En Chile, la comisión que cobra un corredor de propiedades por intermediar la compraventa de un inmueble suele ser del 2% del precio final de venta, tanto para el comprador como para el vendedor.
No obstante, este porcentaje puede variar dependiendo de la ubicación de la propiedad y las políticas específicas del corredor. Es relevante mencionar que estas comisiones son, por lo general, negociables entre el corredor y sus clientes.
Por ejemplo, en el caso de esta parcela de 20 mil metros cuadrados en Villarrica, valorada en CLP 590.000.000, el corredor cobraría una comisión de CLP 11.800.000 tanto al vendedor como al comprador, sumando un total de CLP 23.600.000, lo que representa el 4% del valor de la transacción.
En esta otra situación, para una propiedad en Isla De Maipo, Región Metropolitana, con un valor de venta de CLP 470.000.000, el corredor cobraría un 2% al vendedor (CLP 9.400.000) y un 2% adicional al comprador (CLP 9.400.000), acumulando una comisión total de CLP 18.800.000.
El éxito en estas transacciones requiere dedicación y esfuerzos considerables por parte del corredor, desde la captación de la propiedad hasta asegurar la satisfacción de todas las partes involucradas. Este proceso incluye inversiones en publicidad y traslados, así como una atención personalizada constante.
A pesar de estos esfuerzos, el negocio de corretaje sigue siendo rentable, ya que los costos, tanto fijos como variables, son controlables y generalmente bajos.
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