¿Cuánto cobra un corredor de propiedades por administrar una propiedad?

Los servicios de administración de propiedades

La administración de propiedades es una parte integral de los servicios ofrecidos por un corredor de propiedades. Habitualmente, los dueños de propiedades arrendadas prefieren delegar la gestión diaria y la cobranza de la renta a un corredor de propiedades. Esta necesidad se acentúa especialmente cuando el inversionista posee múltiples propiedades en arriendo.

Los propietarios que confían la administración de sus propiedades a un corredor buscan asegurarse de que el arriendo se pague puntualmente, que la propiedad se mantenga en buen estado y que se atiendan todas las necesidades del arrendatario sin que ellos deban invertir tiempo en estas tareas. Por ello, generalmente, los servicios del corredor se establecen en un contrato anual en el cual el administrador se encarga de cobrar la renta, supervisar el estado de la propiedad y atender tanto al dueño como al arrendatario en todo lo que necesiten.

¿Cuánto se cobra por el servicio?

El administrador de la propiedad suele cobrar un porcentaje sobre el canon de arriendo mensual. El valor de referencia en el país es aproximadamente un 10%. Esto significa que si el arriendo es de CLP 1.000.000, el corredor de propiedades cobrará mes a mes CLP 100.000 mientras el contrato esté vigente y el arrendatario cumpla con sus obligaciones.

Todas las situaciones que puedan interrumpir el contrato se definen previamente y se estipulan en el contrato, incluyendo el valor de las comisiones, la existencia de seguros que cubran impagos de arriendo, la duración del servicio, entre otros aspectos.

Las ventajas comerciales de la administración de propiedades

Comercialmente, esta actividad resulta muy atractiva si se cuenta con un volumen suficiente de propiedades en cartera, garantizando así un flujo mensual asegurado por contratos anuales.

Este flujo constante de ingresos es una ventaja significativa en comparación con las ventas y arriendos esporádicos, ya que en estos casos, una vez realizada la transacción, es necesario reiniciar todo el proceso desde la captación de la propiedad hasta la venta o arrendamiento nuevamente.